SOBRE MÍ

Me voy a presentar para que me conozcas un poquito más y sepas desde donde ofrezco lo que soy hoy.

Empecé a hacerme preguntas existenciales a una edad muy temprana debido a un suceso que pasó en mi vida. Mi madre murió de un cáncer hace muchos años, cuando yo era una adolescente, y pese a mi corta edad, eso hizo que me empezara a hacer preguntas trascendentales sobre la vida y la muerte, sobre el impacto de las emociones en los procesos de enfermedad, sobre como afecta la mente en todos estos procesos, sobre cómo nos nutrimos no solo a nivel físico (con alimentos) sino también a nivel emocional, mental, relacional y espiritual y sobre la existencia de un sentido de la vida más profundo del que nos habían enseñado.

Y pedí tener respuestas.

Entonces las respuestas empezaron a llegarme a través de sincronicidades, por situaciones que se daban en mi vida, libros que leía o caían en mis manos, por situaciones o charlas de personas que conocía, por pequeñas tomas de consciencia a partir de una reflexión o una intuición, por horas frente al mar en soledad en un estado de meditación (cuando aún no era consciente de esta práctica que luego me ha acompañado tantos años) o por el mundo de los sueños, ya que tenía sueños muy vividos en los que se me daban respuestas que yo no conseguía tener despierta. Así que también empecé a interesarme por esas fuerzas energéticas y universales que hay más allá del plano físico.

Era una adolescente cuando mi madre murió. Y fue un largo viaje durante los 10 años siguientes a ese acontecimiento en el que mi camino estuvo marcado por la búsqueda de toda esa vida que se me despertó con la muerte. Fue un periplo en total soledad, ya que durante los años 90 en mi entorno más cercano no se hablaba de todo eso y (en parte por no sentirme rechazada y en parte porque intuía inconscientemente que esto se trataba de un viaje interno) lo hice en silencio y en soledad.

Después de esos 10 años, que pasé de la adolescencia a la juventud, hacia los 25 años, empecé a trabajar en el mundo legal durante más de 9 años, que nada tenia que ver con todo ese mundo interno que latía dentro de mí pero que me acercaba más a la normalidad de mi entorno y aparentemente me hacía sentir menos sola (era joven y aún me quedaba mucho por trascender). En esos 9 años intenté poner toda la humanidad y consciencia que podía dentro de ese campo tan metido en el sistema, pero cada vez me sentía menos en mi camino y mi alma me gritaba cada vez más alto y contundente.

Fue a los 35 años cuando decidí dejar toda esa aparente comodidad de buen sueldo, estabilidad, reconocimiento y tranquilidad económica para lanzarme literalmente al vacío. A un vacío que no tenía una ruta marcada, porque sabía que quería transitar mi vida y ofrecer mis dones en dirección al mundo de la consciencia, pero no tenía idea ni en que rama, ni tenía formación de nada en ese campo, más que la vida misma y la voz de mi propia sabiduría interna. No sabia muy bien hacia donde ir pero tenía clarísimo donde no quería estar.

Los primeros años que siguieron a ese salto al vacío fueron unos años de infinitas pruebas que darían para escribir un libro. A medida que iba probando y perfilando hacía donde era el camino, pasé pruebas de todo tipo... económicas, de coherencia interna, de lealtad a lo que mi corazón dictaba, de crecimiento interno, de coraje y valor, de empoderamiento… todas ellas duras pruebas que me hacían ver, una tras otra, que detrás de una situación difícil (si me atrevía a traspasarla desde el llamado de mi corazón) siempre se escondía un tesoro igual o mayor que la situación en si. Fueron años de superar muchas pruebas (lo que llaman la noche oscura del alma) y también años de muchísimo crecimiento, sabiduría, agradecimiento y evolución.

Los últimos 8 años, ya habiendo dado con la rama en la que mi Alma pedía estar, me han llevado a centrarme, profundizar, nutrirme y investigar para ofrecer mis dones en la medicina energética, la cuántica, la nutrición integral (física, emocional, mental y energética/espiritual), la Maestría Reiki, la meditación trascendental y otras disciplinas de la bioenergética.

Actualmente las pruebas y los aprendizajes siguen, aunque ya las afronto desde un lugar muy sereno, consciente y confiado en que la Prueba y el Regalo siempre van de la mano.

Agradecida de poder poner al servicio todo este camino de vida, transitado desde la experiencia propia, para ofrecer herramientas, conocimientos, hábitos y dinámicas que te ayudan a vivir con más paz interior, consciencia y sabiduría, y sobretodo con más escucha a voz de tu propia Alma.